Sumido en la oscuridad que no me deja respirar
Muros de cristal que no se derribar
¿Quién los romperá? No soy yo, ¿quién será?

Lo reconozco. Tengo miedo a que mi mente no aguante
Miedo a ser un caminante entre pecados como Dante
Miedo al ser humano y su torpeza
Algo tan superfluo como el poder quieren a la fuerza
Miedo sonido de pistola, a hospitales saturados por corona
A lo efímero, a un mundo que se desploma
Pero el miedo a este valiente que enfrenta a sus neuronas
No tengo miedo a equivocarme, es aprender de cada fallo
Nunca ha dejado huellas quién nunca ha pisado el barro
Ni miedo a llorar ni a decir te quiero sentir es vivir, y vivir un privilegio
Siento que no miento si digo que no me asusta
Recibir los palos si lo es por una causa justa
No le temo al miedo si el miedo es de valientes
¿Quién para con palabras la bala que va al frente?

No temo las caricias ni los besos
Ni el calor de un cuerpo desnudo
Ante la incomprensión de la sinrazón
En esta torre de Babel es el mejor lenguaje mudo
Miedo me dan los daños colaterales
De retales de victoria si derrotas
Asusta pensar que todas sus vidas
Dependan de la ira de cuatro idiotas

Golpéame. Golpéame más fuerte
Aún no siento el golpe
¿Es eso todo lo que puedes hacer?
¿Para eso me hiciste venir?
Me queda tanto por decir
No conozco el sentido de mi existencia
Tampoco me lo pregunto
Sólo conozco hasta el borde de mi demencia
Y una voz que nunca se silencia
Apagada mi conciencia me sienten difunto
Pero yo estoy aquí para ser auténtico, no presunto

Sumido en la oscuridad que no me deja respirar
Muros de cristal que no se derribar
¿Quién los romperá? No soy yo, ¿quién será?

Volcanes, terremotos, tsunamis, CO2
Gritos en la tierra y silencio de Dios
Miedo por la extinción de una raza
A la ansiedad que no se me pasa
Me atraviesa y sobrepasa. Cansa
Miedo a estar parado mirando cómo mi vida no avanza
No le temo a estar perdido en las vías
Tú sigues siendo guía Mi faro de Alejandría
Ni tengo miedo a la belleza de lo verdadero
De lo sincero. Nada que se compre con dinero
No le temo a la belleza de lo artístico
Lo humano, de la caridad a lo puro, de lo físico
Lo ilógico, de la filosofía
La liberación del alma dentro de la poesía
Que, Aunque cueste quiero sonreír
No temblar ante la agonía
No temo aprender a escuchar, debatir, saborear cada alegría
Oír al anciano aprender de su esquirla
Coger la herida y trasmitirla
Aquel que no conoce su historia
Está condenado a repetirla

No tengo miedo a llorar
No tengo miedo a vivir.
¿Por qué el que vive siente?
Y el que siente, sufre siempre